el Amor es una forma de locura.
Hay varias clases de amor: hay un amor terrenal, pero también un amor celeste (de aquí lo de amor platónico) que lleva al conocimiento, a la contemplación del mundo de las Ideas. El amor terrenal, carnal, es para Platón malo, salvo que esté acompañado por el amor celestial.
En “El Banquete” y en “Fedro” el amor supremo es el que se manifiesta en el deseo del bien. Todo amor es siempre amor a algo (a una persona, a un objeto, etc.), pero el amor no es posesión (si no no habría amor). Tampoco en el amor se está completamente desposeído del objeto amado (si no no lo amaría), de aquí que en el amor se da una situación de oscilación entre poseer y no poseer, tener y no tener al mismo tiempo.
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